Cuéntanos de tu trayectoria.

Soy Licenciada en Arte, por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y arteterapeuta, por la Universidad de Chile. Me dedico a la encuadernación desde el año 2013, primero de forma autodidacta y, luego, formada con Olaya Balcells en el Taller de Oficios del Libro, en Santiago.

En paralelo, venía tomando cursos intensivos en Buenos Aires, en el Estudio de la encuadernadora Sol Rébora, quien me transmitió un gran y valioso conocimiento sobre encuadernación con criterios de conservación. Con ella, me inicié en la restauración de libros con criterios contemporáneos, bajo los conceptos del grupo internacional Tomorrow's Past. El año 2017 y 2018 obtuve dos becas Fondart para especializarme en encuadernación.

He dictado clases y talleres en Valparaíso, Quilpué, Temuco y Santiago, y actualmente trabajo en el Taller de Artes Gráficas Perro Sur Bellavista, en Valparaíso, donde dicto cursos y realizo encargos de particulares.

¿Qué fue lo que hiciste con la colección de folletos de la biblioteca Budge?

El trabajo realizado con la Colección Ferrocarriles y Colección Derecho de la Biblioteca Patrimonial, consideró inicialmente la evaluación del estado de conservación del material, para determinar el tratamiento que requería cada folleto o revista.

Primero, se realizó una limpieza mecánica. Se quitó el exceso de polvo depositado superficialmente en el papel. Considerando que los documentos tienen más de 100 años, es importante mencionar que el estado de éstos era -en general- bastante bueno.

La limpieza tuvo como propósito eliminar el material que ya no servía, como los corchetes que se encontraban oxidados, el pegamento que había dejado de cumplir su función y los hilos de costura, los que fueron removidos para reemplazarlos por una nueva y definitiva costura.

¿En qué consiste el proceso de restauración que tuviste que realizar?

El proceso de restauración del papel consistió principalmente en agregar faltantes de las principales hojas que lo requerían, como también montar sobre papel, en caso de tratarse de hojas muy delgadas y debilitadas por el paso del tiempo.

Para el proceso de encuadernación se agruparon una serie de folletos en volúmenes, utilizando diversos materiales libres de ácido (como papeles, cartones, hilo de lino) y pegamento reversible, mezcla de PVA con metilcelulosa. Además, se diseñó un índice para cada volumen que facilitará la búsqueda del material para investigadores.