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Paula Millon Lorens, alumni Derecho PUCV

Una carrera dedicada a la justicia y a la enseñanza del Derecho

23.10.2024

Paula Millon ingresó a la PUCV en 1991, cuando apenas tenía 17 años, y egresó en 1995. Desde entonces, su vida profesional ha sido un recorrido lleno de desafíos y aprendizajes, tanto en el ámbito judicial como en la academia.

Su trayectoria en la PUCV no terminó al egresar, ya que continuó vinculada a la Escuela de Derecho, inicialmente como ayudante en la cátedra de Derecho Procesal de los profesores Germán Lührs y Gonzalo Calvo, mientras realizaba su práctica. Su desempeño académico la llevó a permanecer como profesora del ramo, sembrando así su otra gran pasión: la docencia.

En sus primeros pasos en el mundo laboral, trabajó en la Corporación de Asistencia Judicial, lo que le permitió conectar profundamente con su vocación. “Trabajé con gente de escasos recursos que tenían problemas, y ver que yo los podía ayudar me incentivó a ser la mejor abogada que pudiera ser para defenderlos a ellos”, comenta con emoción. Durante sus diez años en la Corporación, pasó de trabajar en causas civiles a liderar la sección Menores que se transformó en el Centro de Familia de Valparaíso.

Un hito importante en su carrera fue su participación en la implementación de la reforma a la justicia oral en Chile, en 2005. “La primera audiencia oral que hubo en el juzgado de Valparaíso la tomé yo como abogada litigante”, recuerda con orgullo. Este cambio significó un antes y un después en el sistema judicial chileno, y Paula estuvo en el centro de la transformación.

Paralelamente a su trabajo en la Corporación, no dejó de enseñar. En 2001, agregó a su currículum la enseñanza de técnicas de litigación oral, área en la que también se perfeccionó y que continúa impartiendo hasta el día de hoy.

El 2008 marcó un nuevo giro en su carrera. Con el deseo de equilibrar mejor su vida laboral con la crianza de sus hijos, Paula decidió postular a la Academia Judicial. Aunque inicialmente pensó que sería jueza de familia debido a su experiencia, fue nombrada jueza de garantía en Limache, donde asumió un nuevo reto asociado a la responsabilidad penal adolescente, pues en esa jurisdicción se encuentran todos los centros privativos de libertad de la región. “Fue un gran desafío”, admite.

Hoy, es jueza de garantía en Quilpué, aunque está destinada al Tribunal  de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar. “Es una experiencia muy distinta e interesante”, explica. En este tribunal, que se dedica al juzgamiento de delitos y crímenes con las más altas penas, los juicios se resuelven en equipo, con tres jueces colaborando para llegar a la decisión más justa. “Es un desafío adicional porque el trabajo en equipo no es tan común en otras áreas. Se provocan discusiones jurídicas importantes y uno debe ser muy preciso en sus razonamientos”, añade.

Su labor en el tribunal le ha permitido enfrentarse a casos difíciles y emocionalmente complejos, como delitos violentos y delitos sexuales a menores de edad. Paula destaca que el trabajo colaborativo entre los jueces ayuda a compartir la carga emocional y asegura que el proceso sea lo más justo posible. “Es un trabajo serio, concentrado y muy humano. Se hace un esfuerzo enorme por tomar la decisión correcta”, afirma.

La enseñanza como pilar fundamental

A pesar de la intensidad de su carrera judicial, la abogada PUCV nunca se ha alejado de la academia. En 2017, creó un diplomado en litigación oral en la Universidad Andrés Bello, el cual ha alcanzado su octava versión. Este programa abarca todas las materias relacionadas con la litigación oral, área en la que Paula ha adquirido una gran expertise.

Además, estudió un máster (LL.M.) en litigación oral en la California Western School of Law, en Estados Unidos, especializándose en derecho civil y penal federal, lo que le permitió obtener la distinción Cum Laude. Esta experiencia le abrió nuevas puertas: fue contratada como profesora visitante en esa misma universidad y ha realizado pasantías y clases en la Universidad de San Diego, donde ha enseñado litigación oral en español.

Actualmente, además de sus labores en el tribunal y la universidad, está involucrada en la formación y perfeccionamiento de jueces, especialmente en materias relacionadas con la dirección de audiencias y habilidades de resolución de casos complejos en la Academia  Judicial, lo que le ha permitido combinar la judicatura  y la enseñanza a un nuevo nivel: “la formación de jueces es un desafío distinto, observando la litigación desde otro lugar y en un espacio en que los tutores y alumnos nos nutrimos de experiencias recíprocas” 

Reflexiones sobre su carrera y su paso por la PUCV

Paula reconoce que ser jueza penal es una labor compleja, con una alta carga de responsabilidad y exposición. “Es un trabajo apasionante, de alta responsabilidad y exposición, que requiere una respuesta sólida e inmediata. Las decisiones que tomamos pueden impactar profundamente el ejercicio de los derechos fundamentales de las personas”, afirma.

Al mirar atrás, recuerda con cariño su paso por la PUCV. “Estudiar derecho en la PUCV fue intenso y desafiante… pero me enorgullece haber completado mis estudios en esta escuela, que me entregó una base sólida para mi ejercicio profesional”, reflexiona. Además, destaca las amistades que forjó durante esos años y los momentos compartidos con sus compañeros de generación.

A los nuevos estudiantes de derecho, les deja un consejo: “Perseveren y confíen. Estudiar derecho se torna a veces aburrido, otras muchas es cansador y en otros momentos nos cuesta ver el final. Esta es una carrera de largo aliento, hay que perseverar y confiar en las capacidades”.

Hoy, Paula Millon combina sus dos grandes pasiones: la judicatura y la enseñanza, logrando un equilibrio que le permite seguir creciendo profesionalmente y aportando al desarrollo de las nuevas generaciones de abogados y jueces.

Facultad y Escuela de Derecho PUCV