Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen
Que la Carmelita nos ayude a descubrir los signos de vida y de las necesidades de todos y todas, especialmente de los que se han sido invisibilizados.
A la comunidad universitaria de la PUCV
Con ocasión de la solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, Madre de Chile de este 16 de julio, quisiera saludar a todos y todas ustedes ya que esta fiesta forma parte del Alma de Chile. Celebrar a la Virgen del Carmen es celebrar y recordar a la Madre que intercede por su Pueblo que la aclama, así como a todas las personas que desde sus quehaceres han servido y trabajado por Chile, que siguen y seguirán haciéndolo. De una manera especial este saludo se dirige a todas las mujeres que, como María, desde su sencillez y pobreza, contribuyen a que podamos vivir en un país de hermanos y hermanas. Ellas trabajan día a día, hacen de nuestro país un verdadero jardín, tal como María es el karmel, es decir el jardín o paraíso. Recordemos que en la Biblia el profeta Elías ve desde el Monte Carmelo una pequeña nube que se eleva desde el lado del mar interpretándolo como el signo del fin de la sequía (cf. 1 Re 18, 41-46). En estos tiempos de pandemia, con las crisis social y eclesial que vivimos, muchas abuelas, madres y hermanas han anticipado, con sus gestos fecundos de esperanza, el fin de los efectos de la pandemia y de la injusticia. Con su ayuda solidaria y su contención, en tantos lugares como capillas, comunidades y otros centros comunitarios, es como lluvia que empapa y germina la tierra árida. Ellas han sido reflejo de la maternidad divina que la Iglesia celebra en María, quien nos anima con su paciencia y su constancia a saber aguardar con esperanza la manifestación de Dios.
De esta manera, también nuestra universidad católica contribuirá en la promoción, desarrollo, y participación de las mujeres, quienes en su femineidad y sus propios talentos son irreemplazables en la construcción de una sociedad más justa y solidaria, pero también más cálida y cercana.
Recordemos que la Virgen del Carmen fue declarada como “Patrona de Chile” el 24 de octubre de 1923, por decreto del Papa Pío XI. Y el 19 de diciembre de 1926 la imagen de la Virgen del Carmen es coronada como Reina de Chile por mandato papal. De ahí la fiesta se fija para el día 16 de julio. En el año 2008 la Santa Sede aprueba, por petición de los obispos de Chile, volver a celebrar la Solemnidad de la Virgen del Carmen, Madre y Reina de Chile, en su fecha original, día que por decreto gubernamental ha sido declarado feriado nacional, ya que también es una fiesta popular en donde muchos peregrinos caminan a santuarios de la Virgen del Carmen y expresan su amor a través de la piedad popular con el canto, la danza y diversas tradiciones muy sentidas e invocada por los más sencillos y pobres, que encuentran en ella el consuelo y el apoyo.
Como PUCV acompañemos, desde nuestras disciplinas científicas, estos procesos culturales proponiendo y acompañando el Evangelio de Jesucristo de la mano de la Virgen del Carmen, Madre de nuestro país. Más aún en estos días, en los que se requiere nuestra participación en la política, tan necesitada de la apertura al diálogo, la acogida y el respeto por cada persona que forma parte de esta nación dedicada a María.
Que la Carmelita nos ayude a descubrir los signos de vida y de las necesidades de todos y todas, especialmente de los que se han sido invisibilizados.