25.07.2022

La Incubadora Social Gen-E, perteneciente a la Dirección de Innovación y Emprendimiento (DIE) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) lleva 10 años de trayectoria fomentando el emprendimiento social en toda la región de Valparaíso. Es ahí donde surgen los programas de incubación IMPULSA que cumplen el objetivo de acompañar a los emprendedores en su viaje de consolidación de su emprendimiento social. 

Actualmente se está realizando IMPULSA Tu proyecto, incubación que busca acompañar a emprendedores sociales en un primer acercamiento a un prototipo inicial o una idea robusta de lo que desarrollar. Parte del acompañamiento tiene que ver con brindar una formación integral, es por eso que la semana pasada se realizó el Tercer Conversatorio con Propósito, que tuvo por título: “Tu propósito de vida, como la esencia de la propuesta de valor de tu emprendimiento”.

El relator de esta instancia fue Antonio Villarroel, emprendedor educativo, fundador de Plastilinarte y co-fundador de Tapuy: Casa Mágica, proyectos que impactan en seis países. Contó su experiencia, su camino y la importancia del propósito de vida para construir y conectar con la propuesta de valor de un emprendimiento. Además de la relevancia del equipo detrás del emprendimiento para alcanzar tal cometido.

El conversatorio comenzó sobre la reflexión de que al comenzar a emprender, es necesario partir por resolver un problema. Es así como explicó sus comienzos en el emprendimiento social, tomando como ejemplo su proyecto educativo. “Nosotros nos dimos cuenta que en Latinoamérica, en general, hay habilidades que en los colegios no se están desarrollando. Habilidades fundamentales como la toma de decisiones, el pensamiento lógico, la empatía, son claves”, afirmó. Fue así que llegaron a la conclusión, con su equipo, que seguir enseñando las mismas habilidades de hace 100 años no era provechoso para las competencias que se exigen hoy en día. 

Tomando en consideración aquella problemática llegaron a la creación de Plastilinarte, organización educativa que utiliza la metodología del juego y el arte para que niños y niñas desarrollen habilidades para la vida. Haciendo actividades en colegios y capacitaciones para docentes. Asimismo, su otro proyecto Tapuy: Casa Mágica, también trabaja en función de esa problemática, donde a través de talleres online que estimulan la curiosidad, desarrollan habilidades y divierten.

Por otro lado, el relator explicó la curva de los usos que le dan las personas a los emprendimientos. Todo comienza con los innovadores, quienes crean algo. Luego llegan los early adopters, quienes comienzan a utilizar el servicio o producto antes que todo el mundo. Después llega un periodo de abismo, donde todos los emprendimientos se ven enfrentados a salir de él o no. Pasando eso, está el segmento de early majority, donde se expande el rango de personas que los usan, para finalizar con los rezagados. 

Para finalizar, Antonio Villarroel dijo que lo suyo es el emprendimiento con propósito porque es el incentivo que tiene para sacar adelante sus proyectos, además añadió que “como emprendedor social, siempre he tenido más facilidades para conseguir gente que se adhiera al proyecto porque están motivadas y se sienten identificadas con el propósito que elegimo”.