En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nuestra universidad realizó el coloquio "Violencia de género en el umbral del cambio: Avances y desafíos en la PUCV", el cual abordó diversas perspectivas sobre la violencia de género,  y se destacó la importancia de transformar las estructuras culturales que perpetúan la desigualdad y el abuso.

La jornada dio inicio con las palabras de Yesika Herrera Soto, directora de la Dirección de Equidad de Género, quien invitó a reflexionar sobre la violencia de manera integral. “Este espacio no solo busca analizar la violencia, sino también plantear formas concretas de erradicarla y alinearnos con las buenas prácticas definidas en los acuerdos nacionales e internacionales", comentó Herrera, señalando además la importancia de contar con estrategias para avanzar en la prevención.

Durante el encuentro, se destacó que la violencia de género no puede ser entendida como un fenómeno aislado, sino como un problema arraigado en las estructuras sociales y culturales. Francisco Aguayo, psicólogo e investigador especializado en masculinidades, explicó que si bien, la violencia afecta principalmente a las mujeres, también impacta a los hombres de forma distinta.

Para el investigador, reflexionar sobre las masculinidades implica construir nuevas formas de ser hombre, alejadas de los roles tradicionales que perpetúan el abuso y el control. Este llamado a la autocrítica invitó a reconocer la corresponsabilidad colectiva en la transformación cultural.

Por su parte, Adela Bork, académica de la Escuela de Trabajo Social, profundizó en cómo esas prácticas violentas están tan entrelazadas con nuestra cultura que, en muchos casos, ni siquiera las reconocemos como tal. "La violencia está tan presente en nuestra sociedad que, a veces, se nos hace invisible", reflexionó Bork. Para la académica, la conmemoración de la violencia de género durante un mes no es suficiente. "Hace falta un cambio profundo en nuestra forma de pensar y actuar. Solo así podremos transformar las prácticas cotidianas", añadió.

Javiera Carlesi, presidenta de la FEPUCV, resaltó el rol activo del estudiantado en la promoción de una cultura de respeto y equidad. Para Carlesi, no basta con hablar sobre violencia de género, “es necesario involucrarse en acciones concretas que impulsen un cambio real en la convivencia universitaria”.

Desde el ámbito laboral, los sindicatos aportaron una perspectiva para entender la violencia de género en los espacios de trabajo. Pamela López, representante del Sindicato N°1, destacó los esfuerzos por crear entornos laborales seguros y romper con estereotipos de género que aún limitan las oportunidades de muchas mujeres. Por su parte, Zahamara Aciares, presidenta del Sindicato Alberto Hurtado Cruchaga, subrayó la importancia de generar espacios de confianza para visibilizar las situaciones de violencia a tiempo, promoviendo el bienestar y un clima laboral saludable para toda la comunidad.

La moderadora del coloquio, Luisa Castaldi, asesora de la Dirección de Equidad de Género, desempeñó un papel fundamental al guiar las discusiones y vincular las distintas perspectivas. Castaldi convocó a la audiencia a reflexionar sobre la necesidad de transformar las estructuras y prácticas que perpetúan la violencia, con el fin de avanzar hacia una universidad libre de discriminación y abuso.

El coloquio concluyó con una reflexión colectiva sobre la importancia de cuestionar las estructuras culturales que perpetúan la desigualdad y comprometerse con acciones concretas para erradicar la violencia de género en todos los ámbitos de la universidad. La actividad no solo buscó visibilizar la problemática, sino también reafirmar el compromiso de la PUCV con la construcción de un entorno equitativo e inclusivo para toda la comunidad.

Yaznarie López Vega