El primer Conversatorio con Propósito 2022 de Gen-E tuvo como eje el liderazgo prosocial
Este encuentro virtual se realizó en el marco de los programas de incubación IMPULSA 2022.
01.06.2022
La Incubadora Social Gen-E, perteneciente a la Dirección de Innovación y Emprendimiento (DIE) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) lleva una extensa trayectoria fomentando el emprendimiento social en toda la región por medio de sus programas de incubación IMPULSA, los que buscan acompañar a los emprendedores sociales en la consolidación de sus proyectos, validando su prototipo, desarrollando su validación técnica y terminando con sus primeras posibles ventas. A través de estos programas de incubación se transfiere al equipo emprendedor competencias, herramientas, asistencia y redes que facilitarán su camino de emprendedor y permitirán aumentar sus probabilidades de consolidarse como un emprendimiento de innovación social. Es por eso que se realizan distintas actividades que ayuden a brindar una formación integral, como es el caso de los Conversatorios con Propósito.
“Liderando nuestros emprendimientos desde lo prosocial”, fue el título del Conversatorio con Propósito online que se desarrolló el 25 de mayo pasado, el que tuvo como relatora a la Doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Granada, Gladys Jiménez Alvarado, quién invitó a dialogar en torno al liderazgo prosocial como un camino de creación de climas laborales participativos y de unidad, orientado al bien común.
El encuentro partió en torno a una reflexión de Humberto Maturana, sobre la cultura de la competencia, de ganar, del progreso y del éxito, en que las personas estamos inmersas. Según el premio nacional de ciencias, ya no conversamos porque cada quien quiere tener la razón o quiere hacer que los demás hagan lo que uno quiere, sin respetar ni escuchar a los demás. Asimismo, decía que la competencia “efectivamente implica la negación de lo que uno hace, porque uno hace las cosas en función de lo que hace otro. En un partido de fútbol, el que pierde es el más importante porque si alguien no pierde, el otro no gana”.
Por eso pensamos que si logramos algo en términos de calidad de nuestro hacer dependiera del otro y eso no es cierto. Sin embargo, el biólogo y filósofo no era pesimista al respecto, ya que confiaba en el poder de la reflexión, que consiste en “que uno se detiene un instante a mirar lo que está haciendo y se pregunta si me gusta o no (...) En ese acto de reflexión se abre la posibilidad de cambiar de dirección, se abre la posibilidad de darse cuenta que en realidad no quiero lo que estoy haciendo. Vivir en la competencia, la lucha, en ese esfuerzo continuo del éxito, no hace que hagamos mejor las cosas, no nos abre espacios de reflexión que nos permita escoger un camino u otro”.
Luego de esas potentes palabras, la relatora del Conversatorio con Propósito, Gladys Jiménez Alvarado, afirmó que la idea no es solamente decir lo que quiero, ya que no quiero imponer, sino que quiero conversar; la no imposición es una característica de la prosocialidad. Entonces, ¿qué tipo de liderazgo se necesita? Se habla de un liderazgo colaborativo, uno que escucha. Un liderazgo al servicio y que empodere al resto. Para ello dio como ejemplo a líderes que tienen esas características, como la Madre Teresa de Calcuta y Martin Luther King, sobre todo por el servicio y por ser facilitadores.
La prosocialidad, en palabras de la relatora, es el conjunto de comportamientos y una forma de ser que implica buscar siempre el bienestar del otro. La presencia del otro es muy significativa y ese bienestar no es para complacerme. Para ello hay que preguntar al resto: ¿qué necesitas? o ¿en que te puedo apoyar? En ello hay un reconocimiento del otro, de su necesidad y orientado en función de esa necesidad, responde.
Es por eso que se necesita de una escucha activa, ya que somos iguales en dignidad. La consecuencia de esa valoración del otro y de su dignidad son los diálogos intencionados donde no hay jerarquías, sino que horizontalidad. Empero, nos encontramos en distintos mundos de interacción, donde las jerarquías son importantes y donde la dignidad del otro no es considerada. Todo lo contrario, se invisibiliza al otro en una cultura del descarte y de la discriminacion. Entonces, la relatora resaltó que esta manera de ser prosocial, es una búsqueda permanente, fundamental en este tipo de liderazgo.
Una segunda característica es el compromiso personal y de todo el grupo que lleva el proyecto con el bien común como norte. Estos tienen un enfoque transformacional, mas no asistencial, ya que la idea es empoderar al equipo. Se construye a través de la voluntad y de la estima por el otro. “En el proceso de transformación, lo interesante es comunicarnos, dialogar, conversar. No para resaltar que las ideas propias son mejores o haya que imponerlas, sino que conversar incluso en situación de conflicto, con el fin de comprendernos y buscar en ese disenso algunos puntos en común. Siempre hay algo en común cuando hay un diálogo transparente y horizontal que busque el bien común”, concluyó.