Plantéate: emprendimiento busca desarrollar educación integral para niños y jóvenes con Trastorno de Espectro Autista
El proyecto que es apoyado en la séptima versión del programa IMPULSA+, está integrado por padres y madres de niños con esta condición.
02.09.2021
El emprendimiento de innovación social, actualmente es parte del programa de incubación IMPULSA+ 2021 de la Incubadora Social Gen-E, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), la iniciativa tiene como objetivo desarrollar ámbitos sociolaborales y educativos en niños, niñas y jóvenes con el Trastorno de Espectro Autista (TEA)
El equipo de emprendedores y padres está conformado por Jacqueline Henríquez, Claudia Palomo, Paulina Lagos, Paola Ulloa y Rubén Baeza, buscan crear un entorno educativo e inclusivo para estos niños, debido principalmente a las pocas oportunidades y carencias, que ellos identificaron en el plan curricular y educativo de nuestro país.
Plantéate nace desde una necesidad y preocupación personal, de los padres y madres, que encabezan e idean este proyecto relacionado a la educación integral e innovación social. El cual quieren llevar a cabo a través de una metodología de aprendizaje y además de una app para el beneficiario.
Es en este contexto que Paulina Lagos, Claudia Palomo y Jacqueline Henríquez, nos contaron cómo nace y el objetivo al que apunta su proyecto, Plantéate:
¿Cuáles fueron los motivos para crear Plantéate? ¿Cómo nace esta necesidad?
Nosotras somos madres de niños diagnosticados con Trastorno de Espectro Autista (TEA), y nos conocimos en un colegio. Hay que destacar que los establecimientos educacionales que tiene todos los insumos que requieren las personas con este trastorno, no son fáciles de encontrar y son pocos, también considerando todas las dificultades y cómo se van actualizando las nuevas técnicas, ya que también la persona autista que se diagnosticó hace diez años atrás, no tuvo las mismas opciones.
Entonces fuimos requiriendo un nuevo tipo de educación, por lo que tuvimos que cambiar de lugar, es en este momento que asistimos con una profesora que tenía un colegio especial, en el cual tenía a ocho niños. Ella era muy profesional, especializada e innovadora en su área, pero después de dos años no pudo sostener el establecimiento, por lo que se nos presentó una problemática.
A parte de sentir que no teníamos nada, que el sistema educacional sólo contempla la infancia y no la vida adulta, además de reflexionar en nuestra experiencia, poniendo el caso de Claudia y sus tres hijos que tienen TEA, pensó qué pasaría con ellos cuando ella no estuviera. Entonces nosotras partimos con esa necesidad de tratar de cubrir lo más básico primero, además que van a necesitar apoyo, la idea es que cuando lleguen a ese punto de adultez y nosotras no estemos, las personas que se encarguen de ellos, no tengan tanta carga y que tengan cierta autonomía al momento de que sean adultos.
¿Cómo fueron desarrollando esta idea?
Primero fuimos detectando que todo está enfocado a la inclusión escolar, mostrando eso como “la última vía de escape” a las terapias y que todas están direccionadas a lo mismo, el tema es que no todos los niños tienen el mismo progreso para llegar a la inclusión.
En el colegio les enseñan contenidos curriculares, pero no cosas de la vida diaria como el valor del dinero, comprar, preparar un alimento, entre otras. Actividades cotidianas, eso no lo están viendo, por ejemplo, hemos visto casos de niños que hablan muy bien inglés y pueden recitar párrafos completos de memoria, pero aún tienen grandes desacondiciones con respecto al control. Entonces no sirve de mucho que reciten un párrafo y cuándo se le pregunte sobre su nombre no sepan que responder, eso lo hemos visto. Es por esto que queremos que lleguen a cierta autonomía, ya que también se infantiliza mucho el autismo.
Es en ese sentido que nosotros conformamos un proyecto de Corporación Integra, que es una corporación sin fines de lucro y fundada por nosotras tres y nuestras familias. Es ahí donde empezamos con este proyecto Plantéate, que tiene como objetivo principal, intervenir a los niños desde una edad temprana con habilidades vinculadas al área laboral, más que curricular.
¿Cómo conocieron el programa IMPULSA+ y qué les motivó a participar?
Llegamos a la incubadora mediante Jaqueline, ya que conocía a una incubada y ella nos comentó que era súper bueno, que nos capacitaban y eso fue lo que nos interesó, ya que ninguna era experta en el área. Entonces es una buena oportunidad para encausarnos y ordenarnos un poco, para entrar en este mundo de emprendimientos.
Nosotras no somos del perfil emprendedor, estamos aquí porque tenemos un requerimiento, decidimos tomar las riendas y hacer algo respecto, para no estar en el futuro pensando que pudimos haber hecho algo. A nosotras nos mueven las ganas y la necesidad que hemos visto con otras mamás o papás que viven en unos círculos muy cerrados, y siempre uno se topa con gente con las mismas dificultades.
¿Qué les ha parecido este proceso y cómo les ha ayudado?
Nos ha servido principalmente para sacarnos constantemente de nuestra zona de confort, porque nosotras estábamos viendo mucho el autismo desde los ojos de nuestros hijos y no lo estábamos viendo desde la visión de familias externas a nuestro círculo. Entonces nos ha entregado varias herramientas para trabajar, hemos mutado y crecido bastante, porque recibimos estas herramientas.
Nosotras pensábamos que era un proceso lineal y ahora vemos que es un proceso cíclico, que cada vez lo estamos trabajando más y tratando de ajustarnos a lo que requieren las demás personas también, no solamente a nosotras, actualmente tenemos esa mirada.
También nos percatamos de que no todos los ciclos están cerrados, que todas las personas están viviendo diferentes procesos y etapas. Además, que la necesidad es tanta, que teníamos tantas ideas, queríamos abarcar todo, entonces IMPULSA+ nos ha enseñado que no lo podemos hacer todo, sino que tenemos que enfocarnos y empezar por algo. Es por esto que hemos mutado, porque en realidad nos hemos ido enfocando y visto las necesidades que tenemos también.
¿Han sentido que la experiencia de compartir con más emprendedores es enriquecedora?
Nos ha servido para darnos cuenta que no somos los únicos a los que les cuesta, que igual otros están asustados. También compartir con otras personas que te dicen “oye también me siento así”.
También de otros emprendimientos se pueden sacar muchas ideas, desde el reciclaje, que se podría implementar para los niños o enseñarles a sembrar para hacer una huerta, entonces empiezan a salir ideas que uno va adquiriendo de los otros proyectos.
¿En qué etapa están ahora del proyecto?
Realmente estamos partiendo, porque si bien hemos realizado unos talleres, nos han enseñado a trabajar un poco la idea o la solución que realmente nosotros teníamos, entonces aprendimos que tenemos que validar a través de la encuesta, ya que necesitamos de ese conocimiento, además donde estamos hay muchos profesionales que nos han ayudado que nos dicen "la encuesta que hicieron, no existe en otro lado", porque no hay información general de la población.
Entonces nos han enseñado a validar con los clientes y tratar de sacar algo en el desarrollo, y esto también puede cambiar en el camino. Estamos en el proceso de validación, es un trabajo que tiene altos y bajos, y hemos encontrado cosas que requieren ayuda de personas externas a nosotras mismas.
¿Cuál es la proyección a futuro del proyecto?
Nuestra proyección es ambiciosa, en la corporación tenemos muchas ideas y de hecho ahí nos fuimos un poco sintetizando, pero decidimos separarlo como un mini proyecto y uno de ellos es Plantéate. Tenemos la idea de hacer un mega centro donde se pudiera incluir educación, peluquería, atención médica, terapia de caballo, entre otras.
Que este centro estuviera a las afueras de la ciudad, como una mini ciudad y ese es nuestro sueño. Donde podamos cubrir todos los aspectos, por ejemplo, la escolarización, la vida adulta y grupos de apoyo tanto para la familia, como para los niños que van creciendo y no tienen orientación.