13.09.2018

En la Casa de Ejercicios Sagrado Corazón, de la Congregación de los Salesianos, en Quilpué, los integrantes de la Pastoral PUCV, vivieron su retiro anual. Fue un fin de semana de sosiego, silencio, serenidad y vida interior. En la ocasión se contó con el acompañamiento del Padre José Lino Yáñez (Salesiano) y la Hermana Ana María Formoso (Misionera Cristo Resucitado).

Muchas veces vamos por la vida como a galope. Más que ir nosotros, nos traen y nos llevan las cosas, las situaciones, las circunstancias. ¡Siempre con prisas! ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Para quién trabajo de esta manera?... ¡Que se detenga el mundo un par de días! ¡Necesito pensar! Pues bien, en cierto sentido un Curso de retiro hace realidad ese "milagro".

Retirarnos algunos días a un lugar solitario, para descubrir los valores del espíritu y ejercitarlos más en nuestra vida. Para ahondar hasta llegar a las raíces de lo que somos, de la grandeza y dignidad de ser y sabernos hijos de Dios.

"Mi primera experiencia en un retiro chileno. Realmente fue inolvidable. Darte cuenta que puedes encontrar hermanos de fe. Quedarte asombrada por el compromiso que tienen para con Dios. Al verlos te das cuenta que no solo son amigos, son familia y quieres formar parte de esa familia. Se apoyan y van de la mano con Dios. El retiro que viví me ayudo de pleno a volver a mis raíces de fe, a entender porque soy católica y porque decidí seguir a Cristo. Sentirme maravillado por tanto amor que Dios me da, saber y sentir que no estoy sola. Que Dios me dio nuevos amigos en los que puedo confiar y con los que puedo reírme un montón. Sobre todo, tener esa sensación de estar con un corazón tan feliz que quiere explotar y en fin saber que, aunque pase el tiempo, aunque estés en otro lugar, aunque hayas cambiado Dios camina a tu lado toda la vida y nunca te abandona ni por un solo segundo"

Michelle Atevillca, alumna de intercambio (Bolivia).

"Para mi participar del retiro espiritual fue un espacio enriquecedor y revitalizante. Da ánimo, me ayudó a estabilizarme emocionalmente y a socializar con estudiantes de otras carreras, que siendo de lejos, me ayuda a crear redes de apoyo".

Miguel, primer año de Ingeniería Civil Industrial