Macarena Rosenkranz, directora de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento PUCV:
“Actualmente en la OTL tenemos recursos y capacidades que hace diez años no existían”
La oficina, creada el año 2012 con apoyo de Corfo, es la entidad encargada de promover y fomentar la transferencia del conocimiento científico al interior de la PUCV hacia la Sociedad.
Desde hace ocho años que la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL), perteneciente a la Dirección de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (DI-PUCV), se ha posicionado como el canal de comunicación entre el conocimiento que generan los investigadores, estudiantes y la Universidad en general, con las necesidades del sector productivo.
Para lograr este objetivo, el equipo de la OTL ha realizado todo un trabajo de reconocimiento institucional, lo que le ha permitido por un lado, transferir nuevas tecnologías con soluciones innovadoras a la sociedad y, por otro, ser reconocida como una institución de referencia en el ecosistema de transferencia tecnológica nacional.
Para conocer más sobre el trabajo que realiza la oficina, hablamos con su directora, Macarena Rosenkranz:
¿Cómo nace la OTL?
La OTL nace a finales del año 2011 con la adjudicación de un proyecto Corfo, y tuvo como principal objetivo crear una normativa al interior de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) en temáticas relacionadas a Propiedad Intelectual y Transferencia del Conocimiento.
En un principio, hubo todo un período de adaptación e implementación, donde tuvimos que crear la oficina, contratar profesionales y que estos generarán, al mismo tiempo, capacidades, ya que en ese momento ninguno de nosotros sabía mucho del tema.
Tuvimos que posicionar a la Oficina de Transferencia y Licenciamiento dentro de la PUCV como la entidad encargada de promover y fomentar la transferencia del conocimiento científico desde la Universidad hacia la Sociedad. Además de hacer ver a los investigadores el valor de su propio conocimiento, de cómo ellos podían entregar soluciones innovadoras que resolvieran las problemáticas que aquejan, tanto a la industria, como a la sociedad en general.
¿Cuál es la misión y visión de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento?
El rol de la oficina es ser un canal de comunicación entre el conocimiento que generan los investigadores, estudiantes y la comunidad universitaria en general, con la industria.
Estos actores tienen lenguajes y mundos muy distintos entre sí, por lo que nuestro trabajo es facilitar la interacción entre ellos. Para esto, verificamos qué capacidades tenemos, qué líneas de investigación existen y con qué productos y/o servicios contamos, respondiendo, de esta manera, a las necesidades del sector productivo llevando soluciones innovadoras a la sociedad.
¿Qué está haciendo actualmente la OTL?
En la Región de Valparaíso, por ejemplo, colaboramos con las distintas oficinas de transferencia y licenciamiento que existen, como la Universidad Federico Santa María y la Universidad de Valparaíso, con quienes llevamos cerca de ocho años de trabajo en conjunto. Esto nos ha permitido conformar el CATI Valparaíso, Centro de Apoyo a la Tecnología y la Innovación en Valparaíso, en el que prestamos asesorías en temáticas como protección del conocimiento. Este año, junto al CATI, hemos realizado un ciclo de talleres de Propiedad Intelectual, el cual ha tenido una muy buena acogida por parte de los asistentes.
Cabe mencionar que a nivel nacional también participamos de la Red de Gestores Tecnológicos de Chile, la cual presidí por cuatro años y donde, actualmente, nuestro asesor jurídico, Santiago Prat, es director. Agregar, que somos universidad socia de HubTec Chile, entidad que nos apoya en todo lo que es el proceso de concreción de transferencia de una tecnología hacia el sector productivo y en la generación de capacidades de nuestro equipo de trabajo.
¿Cómo ves el rol de la mujer en materia de transferencia y licenciamiento?
Me enorgullece el hecho de que, casualmente, la mayoría de las oficinas de transferencia sean dirigidas por mujeres. Esto es importante, ya que desmitifica el hecho de que las ciencias duras son competencia exclusiva de los hombres. Actualmente todo está bastante equilibrado, y tenemos una participación bastante activa, lo que a mi parecer enriquece el sistema. Ahora, el ser madre, padre, tener hijos, llevar una casa, es un rol que compartimos todos, y no es una justificante para no avanzar. Obviamente, no es fácil, sin embargo, para mí es una cuestión de voluntad.
¿Cuáles son tus proyecciones para la OTL?
Creo que la OTL se ha ido posicionando a nivel nacional. Somos una universidad pequeña en cuanto a masa crítica y cantidad de profesionales, pero a pesar de eso hemos podido obtener resultados importantes a lo largo de estos diez años de existencia. Tenemos recursos y capacidades que hace diez años no existían, lo que se debe a la labor de los profesionales que conformamos la OTL y al apoyo constante por parte de la PUCV.
Entonces, lo que esperaría en un futuro es poder crear más empresas de base científica-tecnológica, aumentar el número de investigaciones y protecciones al conocimiento, y que existan más formas de medir el impacto de una tecnología.
Por: Antonia Pizarro, periodista Comunicaciones OTL.