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16 de agosto, 2024

Mariela Martínez: “PACE fue la llave que abrió la puerta a un mundo nuevo”

Mariela Martínez, es Ingeniera Civil Química, y pertenece a la segunda generación de estudiantes PACE, que pudieron ingresar directamente a la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, por medio del Programa Ministerial, en base a su trayectoria académica.

Mariela estuvo presente en la conmemoración de los diez años del Programa ministerial, y compartió con los presentes, su experiencia en el Programa, que en sus palabras, cambió su vida. Les dejamos su testimonio a continuación: 


  • La Encrucijada de la Juventud: Antes del PACE

Al pensar en el año 2015, cuando conocí el Programa PACE, parece que fue hace mucho tiempo, pero para mí sigue siendo un momento vibrante en mi corazón. Cursaba tercero medio en el Liceo Bicentenario de Llay-Llay, un lugar que, aunque pequeño, era testigo de mis sueños y dudas. Como muchos jóvenes a esa edad, me encontraba en una encrucijada, llena de incertidumbre y ansiedad sobre mi futuro.

Sentía una pasión ardiente por las ciencias exactas, la Tierra y las tecnologías, pero la decisión de elegir una carrera universitaria me abrumaba. Sabía que no solo debía considerar mis intereses, sino también mis habilidades y las oportunidades en el mundo laboral. Recuerdo con nitidez esos momentos de confusión y temor, donde la incertidumbre se mezclaba con la esperanza. ¿Qué pasaría si no lograba encontrar mi camino? La presión era palpable, y el futuro, incierto.

  •  El Resplandor de la Esperanza: Durante el PACE

Fue entonces cuando PACE llegó a mi vida, como un faro iluminando un horizonte oscuro. Implementado en 2014 bajo el liderazgo inspirador de la Presidenta Michelle Bachelet, PACE no fue solo una política pública; fue una promesa de equidad y oportunidades. Para mí, fue la llave que abrió la puerta a un mundo nuevo, lleno de posibilidades y autodescubrimiento.

A través de sus actividades, no solo descubrí mi verdadera vocación, sino que también emprendí un viaje profundo de autoconocimiento. Este proceso fue vital para tomar decisiones con seguridad y claridad, llevándome a cumplir el sueño de ingresar a Ingeniería Civil Química en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Ese logro fue inmenso, no solo para mí, sino para mi familia entera. Era la primera en romper el techo de cristal y acceder a la educación superior, un sueño que hasta entonces parecía tan lejano como inalcanzable.

Durante mis primeros años en la universidad, el acompañamiento del Programa PACE y las mentorías fueron pilares fundamentales. Esas experiencias me llenaron de vivencias enriquecedoras y recuerdos que atesoro en lo más profundo de mi corazón. Compartí mis miedos, mis logros y mis anhelos con otros estudiantes que, al igual que yo, se enfrentaban a un mundo nuevo y desconocido. En ese espacio, forjé amistades inquebrantables y vínculos que aún hoy siguen siendo una fuente de apoyo y amor.

  •  El Orgullo del Presente y la Promesa del Futuro: Después del PACE

Hoy, a mis 25 años, ya egresada y titulada, miro hacia atrás con una inmensa gratitud y un orgullo que llena mi alma. Me siento afortunada por cada paso dado, por cada desafío superado, y por todo lo que pude entregar a lo largo de este viaje. Ahora, con la vista firme en el futuro, asumo con responsabilidad y valentía los desafíos que me esperan como Ingeniera Civil Química. Sé que tengo un gran camino por delante, especialmente como mujer en un campo históricamente dominado por hombres, y me siento comprometida a abrir caminos hacia la equidad de género, un compromiso que llevo en lo más profundo de mi ser.

No puedo dejar de destacar y celebrar el incansable y amoroso trabajo del equipo PACE, quienes me acompañaron en mis años de enseñanza media. Y, sobre todo, quiero rendir un sentido homenaje a la Presidenta Michelle Bachelet, quien con su visión, coraje y determinación, hizo posible esta política pública que ha transformado tantas vidas, incluida la mía.

Espero de todo corazón que este programa continúe siendo una luz de esperanza, reforzando el derecho a la educación superior y garantizando el acceso a estudiantes de establecimientos públicos por muchos años más. ¡Felicidades y gracias por ser parte de este sueño hecho realidad!