INVESTIGACIÓN EIB
Investigación de la EIB busca mecanismos para mejorar la producción de alginato
El desarrollo de esta investigación produjo el polisacárido llamado alginato a partir de la bacteria Azotobacter vinelandii, en condiciones controladas de laboratorio.
El alginato es un polisacárido que ha sido ampliamente utilizado en la industria alimentaria y farmacéutica. En la actualidad se puede extraer desde las paredes celulares de las algas marinas pardas, o se puede producir bajo condiciones controladas usando la bacteria Azotobacter vinelandii.
Debido a su composición, este polisacárido tiene diversas aplicaciones. En la actualidad destaca su uso como gel espesante tanto en alimentos como en cosméticos. También se utiliza en la creación de pastillas para el reflujo y se reconoce como uno de los materiales más efectivos para realizar moldes de impresiones dentales. No obstante, su completa utilidad o servicio que puede otorgar sigue en desarrollo y podría contribuir al uso del alginato en nuevas aplicaciones comerciales.
Por ello, el académico de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, Dr. Álvaro Díaz Barrera, junto a otros investigadores, han desarrollado varias investigaciones con el fin de producir alginato. Cabe destacar que una de las particularidades de este polímero es que es de origen microbiano y con características de biodegradabilidad, lo que lo posiciona como un posible reemplazo o alternativa efectiva como material en diferentes aplicaciones.
Para crecer o aumentar de masa, el cultivo de la bacteria requiere de la suplementación de algunos nutrientes en su medio; entre ellos, se le suministran azúcares. El suministro de oxígeno constituye también parte fundamental para el desarrollo celular. En ese sentido, el académico de la PUCV analizó la respiración celular en la producción de alginato y el uso de azúcares, en una investigación publicada recientemente.
Según explico el Dr. Díaz, para llevar a cabo el proceso se trabaja en un laboratorio con condiciones controladas: “En un biorreactor con condiciones controladas de temperatura y pH hacemos que las células se dividan y multipliquen, mientras le suministramos nutrientes. En esta investigación analizamos la respiración celular y su influencia en el tamaño molecular del alginato, donde concluimos que la respiración celular condiciona el tamaño y composición de este polímero”. De esta manera, los descubrimientos del grupo del Dr. Díaz permiten concluir que la respiración de la bacteria es fundamental para la estructura del alginato que se sintetiza.
Junto al equipo del Dr. Álvaro Díaz Barrera, contribuyó en esta investigación el académico de la Universidad Católica del Maule, Dr. Rodrigo Andler, y desde la Universidad Nacional Autónoma de México, el Dr. Carlos Peña.
Fuente: https://www.cienciaenchile.cl/