En las varias décadas de existencia de la Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas se ha otorgado hasta ahora el Premio Nacional de Geografía en cinco ocasiones. Ello implica que durante varios años no se han postulado académicos o profesionales que por sus destacados aportes fueran merecedores del más amplio y profundo reconocimiento de su permanente y fructífero quehacer, por parte de sus pares.

En el presente año, por el contrario, un numeroso grupo de académicos y profesionales de la geografía, tanto del país como del extranjero, nominaron y sostuvieron las candidaturas de dos destacados representantes de la disciplina, los Profesores Doctores Belisario Andrade Johnson y Enrique Aliste Almuna, de las universidades Católica de Valparaíso y de Chile, respectivamente.

Como lo ordenan los estatutos de SOCHIGEO, el Jurado encargado de otorgar el Premio Nacional de Geografía, estuvo integrado en esta ocasión por los Profesores Hugo Romero Aravena de la Universidad de Chile, en su condición de Presidente de la Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas; por Jorge Negrete Sepúlveda de la Pontificia Universidad Católica deValparaíso, como último ganador del Premio el año 2016; por Manuel Fuenzalida Díaz de la Universidad Alberto Hurtado; Ana María Wegmann Saquel de la Universidad Central y Fabián Araya Palacios, de la Universidad de La Serena, en representación de los socios activos de la organización.

Las postulaciones de ambos candidatos fueron refrendadas por un numeroso grupo de académicos y profesionales, provenientes de diversas instituciones del país y del extranjero, resaltando el reconocimiento de que son objeto, sin discriminar entre sus organizaciones de origen. De esta manera tanto los profesores Andrade como Aliste exhibieron respaldos que demuestran una adhesión de parte de múltiples actores lo cual indica la existencia de un espíritu de cooperación y solidaridad entre los miembros de la institución, que el jurado desea destacar.

Ambos candidatos, por otra parte, exhiben antecedentes curriculares que los han convertido en líderes indiscutidos en los planes de docencia de pre y postgrado de sus respectivas especialidades, formación de recursos humanos, así como en la generación y difusión de nuevos conocimientos, conseguidos mediante su actuación como Investigadores Responsables y Co-Investigadores en innumerables proyectos que han resultado ganadores de concursos en el país y el extranjero. Adicionalmente, para ambos postulantes se han destacado sus rasgos de honestidad, competencia y generosidad, traducidos en sus actuaciones no solo al interior de la academia, sino que también en las múltiples redes institucionales y canales de proyección al medio, donde han aportado no solo sus conocimientos, sino que además ideas orientadoras relativas a la necesidad de considerar a la geografía en los planes y programas de educación de las nuevas generaciones, de desarrollo sustentable regional y local, de respeto por los procesos y amenazas naturales, de rechazo a la existencia de territorios de exclusión o de niveles inaceptables de segregación socioespacial y ausencia de justicia ambiental.

Cada uno de los postulantes exhibe una extensa lista de publicaciones de artículos de revistas, capítulos de libros y ediciones completas de estos últimos, que demuestran su permanente contribución a la formación ciudadana en el ámbito territorial, ambiental y espacial. El Profesor Andrade ha realizado significativos aportes a la comprensión, conocimiento y gestión de los paisajes litorales y marítimos, que conforman uno de los rasgos más permanentes y significativos de la geografía nacional y de su integridad e identidad territorial. El Profesor Aliste, por su parte, ha centrado su atención en los aspectos culturales que sostienen la epistemología y ontología de los territorios del país, enfatizando las características únicas de las transformaciones productivas registradas en las regiones del sur del país, con especial énfasis en los paisajes y ciudades forestales y de la Patagonia.

Ambos postulantes han demostrado en sus vidas y desempeño profesional y académico un profundo amor por la disciplina que cultivan y la pasión necesaria para superar la incomprensión y soledad que muchas veces acompaña la observación y análisis de los componentes naturales y sociales de paisajes aparentemente inhóspitos, que una vez conocidos transmiten su belleza, generosidad y confianza. Todo ello implica que los geógrafos se comprometan decididamente con su conservación y protección. Los valores que comandan las relaciones de identidad que se establecen entre cada lugar y sus habitantes exigen un permanente respeto y un llamado a realizar esfuerzos interdisciplinarios que aúnen las perspectivas de análisis tanto de la naturaleza como de la sociedad. La geografía puede y debe actuar como constructora de puentes entre las ciencias sociales y naturales, así como entre los territorios globalizados y localizados.

Durante estos días, el país ha sido testigo de situaciones que reflejan la importancia de la geografía en la construcción de la identidad territorial. La decisión de la Corte de Justicia de La Haya significa un reconocimiento a los fundamentos geográficos, históricos y jurídicos que garantizan la continuidad espacial y sostienen una cultura nacional sólida y permanente, compartida por todos, sin distinción alguna. De la misma manera, la sociedad nacional se ha asombrado frente a la existencia de áreas o territorios de sacrificio, que, contradictoriamente, señalarían la carencia de los valores de respetabilidad con los habitantes locales y su medio ambiente, así como la urgencia de asumir compromisos sociales que eviten la intoxicación de sus territorios, cuyo mejoramiento de su calidad de vida, es imprescindible.

Se ha decidido otorgar el Premio Nacional de Geografía a ambos postulantes porque sus vidas y carreras académicas indican que en ellos ha imperado siempre la colaboración y no una incomprensible competencia individual e institucional. La Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas estima, que, así como ha habido años sin postulantes, en esta ocasión resulta imposible privilegiar a alguno de ellos, sin que se pudiese interpretar como una desmerecida postergación al otro. Por el contrario, al compartir el premio, se estimula a la totalidad de los miembros a emular a los homenajeados, cuya principal recompensa es el reconocimiento de sus pares por su destacada actuación.

Santiago, 2 de octubre de 2018.
Fuente: sochigeo.cl