EFI: DIE PUCV apoyó proyecto que busca prevenir la vulneración de derechos en el contexto deportivo
La estudiante de Educación Física PUCV, Camila Maldonado, durante 2017 desarrolló el proyecto “Deporte y Familia”.
29.06.2018
“El deporte es un medio educativo y como toda educación tiene que ser intencionada para lograr los objetivos deseados” comenzó diciendo Camila Maldonado Nahuelhuén, estudiante de Educación Física PUCV, quien en el año 2017 participó en los Concursos DIE de la Dirección de Innovación y Emprendimiento de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con su proyecto “Deporte y Familia”.
El proyecto busca prevenir la vulneración de derechos en el contexto deportivo, específicamente en la Escuela de Fútbol Unión Chiloé de Ancud, con la posibilidad de replicarlo en otras ciudades, abordándolo de una manera integral utilizando un equipo multidisciplinario que está compuesto por una trabajadora social y profesores de educación física. La familia también está inserta en el desarrollo del proyecto, se mantienen reuniones semanales entre los padres de los niños y los profesionales a cargo.
La joven emprendedora postuló su idea en la categoría Impacto Social de los Concursos DIE 2017 y fue ahí cuando su proyecto comenzó a hacerse tangible, llegando a incluso pensar en formar una fundación que les permita continuar ejecutando esta iniciativa en distintas ciudades del país
La directora y propulsora del proyecto “Deporte y Familia”, Camila Maldonado contó detalles del proceso y los resultados que obtuvo.
¿Cómo nació la idea de este proyecto?
Por experiencia personal y profesional, me di cuenta que el deporte es un medio educativo y de transformación social, que al ser intencionado pueden lograrse muchas cosas. En el caso de los niños, trabajando con el triángulo deportivo, es decir, con los educadores y la familia se puede generar una manta protectora que va a asegurar su bienestar y potenciar desarrollo integral.
¿Cómo fue el proceso de ejecución del proyecto?
En general todo funcionó muy bien. Sin embargo, tuvimos algunas dificultades, ya que nos dimos cuenta que los trabajadores sociales y los profesores de educación física están muy apegados a su propia formación y cuesta combinar ambas disciplinas. En un principio cuando se les pedía a los profesores trabajar en base a los derechos de la infancia en el deporte, no sabían cómo vincularlo y así mismo tampoco lo podía hacer la trabajadora social. Es importante que se generen estas instancias que permiten desarrollar nuevos conocimientos y líneas de trabajo.
Se tienen que generar innovaciones para poder hacer cambios, y los vimos especialmente en los niños y en la interdisciplinariedad que se dio entre los profesionales. Creemos que hay ciertos aspectos que nos da a entender tuvo éxito nuestro proyecto.
¿Cuáles serían estos cambios?
Nosotros quisimos entregarles conocimientos o herramientas a las personas, en este caso, los padres asistían a talleres con la trabajadora social una vez a la semana y ahí se les entregaba información sobre las competencias parentales, estilos de crianza y ellos daban a conocer su experiencia con otros padres. Pudieron ver que nadie es perfecto y eso les permitió tomar consciencia sobre su quehacer como papás, se tomaron en serio su labor en la educación de sus hijos y le dieron mucha importancia al deporte, nos decían que quedaron con ganas de continuar el proyecto para poder generarle un bien mayor a los niños y niñas.
Con los niños se trabajó para generar relaciones saludables entre ellos, a través de actividades cooperativas donde se ven implicados intencionalmente ciertos valores, como es el respeto.
Al mismo tiempo, consideramos que los profesores también tuvieron un cambio, ya que al compartir labores con una trabajadora social lograron generar nuevas concepciones de la educación física del deporte y enriquecieron sus prácticas. Al mirar los resultados, nos podemos dar cuenta que hay un cúmulo de situaciones que generan una transformación social.
¿Cuál fue la actitud de los niños frente a esta metodología?
En una entrevista que tuve con los papás, ellos aludían a los cambios positivos que tuvieron sus hijos antes y después del proyecto. La ejecución fue un piloto para ver si funcionaba y la idea es que en su próxima versión tenga más tiempo en la ejecución.
¿A qué te refieres cuando dices clases intencionadas?
Tiene que ver con que nosotros los profesores muchas veces creemos que por enseñar un deporte se da por cumplido un conocimiento, por ejemplo, lo que tiene que ver con los valores y la formación personal y no es así. El deporte es un medio educativo y como toda educación tiene que ser intencionada para lograr los objetivos deseados, que en este caso son los beneficios hacia los niños y niñas futbolistas, la idea es generar sentimientos positivos en ellos y ver la educación física de manera integral, porque al final los niños no son solamente físico, tienen un ámbito de desarrollo psicológico, social, emocional y debemos pensar en ellos como eso.
¿Cómo elegiste la Escuela de Fútbol Unión Chiloé?
Porque esa escuela la fundé yo hace un tiempo bajo los mismos principios de formación deportiva, es por esto que tenía el acceso para poder realizar el proyecto por primera vez. En una próxima versión nos gustaría comparar nuestros resultados y hacerlo en una escuela donde no tengamos esta cercanía, y sea de otro proyecto educativo.
¿Te gustaría replicar el proyecto en otro lugar?
Sí, pero creo que necesita perfeccionarse y justamente ahora estamos en ese proceso, ya que tenemos la idea de crear la "Fundación Deporte y Familia" que pueda generar estos mismos proyectos, pero siempre mejorándolo en el tiempo y poder llegar a otras comunas.
Al crear una fundación, nos permite obtener recursos, ayuda de otros profesionales, empresas y hasta probablemente del estado, lo que nos permitiría generar un cambio más grande.
¿Cómo valoras el apoyo de la Dirección de Innovación y Emprendimiento en el desarrollo del proyecto?
Si no hubiese tenido ese apoyo de la Dirección, esto no se hubiese llevado a cabo nunca porque se necesitan los recursos para poder ejecutarlo, el hacerlo por primera vez fue un paso tremendo, que marcó un antes y un después en esta temática tan poco abordada.
Se generaron grandes beneficios y entendimos que sí es posible trabajar de manera multidisciplinaria y que el deporte genera una gran transformación social.
Actualmente, me encuentro realizando mi tesis que tiene que ver con esta misma línea de trabajo, sobre los derechos de la infancia en el contexto deportivo, que es una temática que no se ha abordado en el país y es necesaria para poder potenciar el deporte a nivel nacional e internacional, sobre todo el fútbol que es el deporte más masivo que existe y no distingue nivel socioeconómico, ni edad.
¿Qué le dirías a las nuevas generaciones sobre el ser emprendedor social?
Creo que tienen que mirar más allá y aprovechar todas las experiencias que les brinda la Universidad, porque son enriquecedoras. Tienen que conocer al máximo todo a su alrededor, ya sean las personas y las situaciones, porque eso les va generando conocimientos y reflexiones que permiten entender a qué se quieren dedicar en un futuro.
Lo que nos gusta es nuestra vocación y es a partir de eso de donde nace la motivación de generar proyectos y transformaciones.