De acuerdo con la mayoría de los más connotados especialistas en filosofía antigua, Sócrates fue el primer pensador en considerar que el hombre es su alma y que el cuidado de esta es lo más importante para la vida.

Para alcanzar dicha conclusión, el maestro de Platón tuvo que prescindir de la concepción homérica del alma como un doble o fantasma que no tiene mayor incidencia en la vida consciente del hombre, y llegar a una noción unitaria de la ψυχή (alma). Además, el filósofo ágrafo introduce la idea del ‘cuidado’ en la filosofía, un concepto que no aparece en los pensadores anteriores al siglo V a. C. De hecho, los términos ἐπιμέλεια (cuidado) y ἐπιμελέομαι (cuidar de) no se encuentran testimoniados en los filósofos presocráticos.

Estos vocablos fueron empleados por algunos médicos, pensadores e historiadores contemporáneos de Sócrates, pero no los asociaron con la ψυχή. De modo que la originalidad del pensamiento socrático radica no solamente en señalar que el hombre es su alma, sino también en destacar que su cultivo y conocimiento es fundamental porque es la sede de la inteligencia y de los valores morales.