Facultad de Filosofía y Educación organizó coloquio sobre el Modelo Educativo Actualizado de la PUCV
La actividad presidida por el Dr. José Marín Riveros, decano de la Facultad de Filosofía y Educación de la PUCV, contó con la exposición del Dr. Ernesto Schiefelbein, Premio Nacional de Educación 2007 y exministro de Educación, entre marzo y septiembre de 1994.
05.08.2021
El Consejo Superior de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en mayo de 2020, aprobó la versión actualizada de su Modelo Educativo, el cual define, en extensión y profundidad, su actividad formadora en el pregrado y postgrado. Como parte de la acción de difusión del Modelo se desarrolló un coloquio el pasado 5 de agosto de 2021 que estuvo dirigido a los profesores y profesoras que integran la Facultad de Filosofía y Educación PUCV.
Los expositores del encuentro fueron el Dr. Ernesto Schiefelbein, Premio Nacional de Educación 2007 y exministro de Educación, entre marzo y septiembre de 1994; la Dra. Gloria Contreras, vicedecana de la Facultad de Filosofía y Educación y académica de la Escuela de Pedagogía PUCV y el Dr. César Lambert, director del Doctorado del Instituto de Filosofía PUCV y académico Instituto de Filosofía PUCV. El moderador de la iniciativa fue el Dr. Juan Enrique Froemel-Andrade, director ejecutivo del Proyecto de Innovación en Educación Superior “Implementación del Modelo Educativo PUCV".
En la oportunidad, el Dr. Ernesto Schiefelbein, agradeció la invitación y destacó la importancia de realizar este tipo de coloquios con el objetivo de reflexionar sobre este nuevo modelo educativo, generando interrogantes al respecto, y recibiendo las reacciones y consultas respectivas de los/las académicos/as sobre este necesario documento.
El Dr. Juan Enrique Froemel-Andrade destacó que esta actividad contribuyó a una mejor comprensión del Modelo Educativo, redundando en su efectiva aplicación en la formación de los/las estudiantes.
Evaluación sobre los aprendizajes
La Dra. Gloria Contreras se refirió en su ponencia sobre la evaluación de los aprendizajes en el marco del proyecto educativo, particularmente en el nivel de pregrado.
La profesora indicó que algo que aparece explícitamente en el modelo educativo dice relación a que existe en la PUCV una formación orientada por competencias. “Uno de los elementos que está presente en todos los cursos es un perfil de egreso orientado por competencias de formación fundamental, profesionales y disciplinarias. Un perfil de egreso es un conjunto de competencias, esto quiere decir que la Universidad se compromete a que sus egresados/as van a desarrollar ese conjunto de aprendizajes y serán competentes en su vida profesional. Estas competencias además son revisadas en su pertinencia en cada renovación curricular”, afirmó Gloria Contreras.
La académica agregó que todos los planes de estudios de pregrado están diseñados a partir de un perfil de egreso. Asimismo, indicó que como Universidad se han acordado un conjunto de ocho competencias en las áreas trascendente valórica, académica y de desarrollo personal e interpersonal.
La doctora seleccionó tres ejemplos de competencias con el objetivo de demostrar que son multidimensionales y de muy distinta naturaleza. “La primera competencia reconoce la dimensión trascendente de la existencia humana, la antropología cristiana como respuesta valiosa al sentido de la vida. La tercera competencia tiene relación con comunicar de manera clara y coherente sus ideas a través del castellano, su lengua materna, en un contexto académico. La quinta competencia menciona la demostración de capacidad científica de análisis, abstracción, síntesis y reflexión crítica con el objetivo de resolver problemas, construir conocimiento y desarrollar autoaprendizaje, tanto a nivel individual como en el trabajo en equipos multidisciplinarios”, informó la profesional.
Por último, la doctora mencionó que debe haber un criterio para juzgar la calidad de los diseños de evaluación por competencias. “La evaluación tiene mucha influencia en lo que aprenden los/as estudiantes en gran parte porque a veces lo que no se evalúa no es foco de atención para ellos/as. Por lo tanto, si tenemos un modelo de evaluación que no refleje estas competencias muy probablemente estemos promoviendo una formación poco adecuada. Los/las universitarios/as se focalizan en aquello que es evaluado con calificación por eso es importante el alineamiento entre las entidades de evaluación con las competencias. La actividad de evaluación debería ser igual o similar al nivel de complejidad de la situación profesional. Esta característica apoya la validez de las inferencias que se realizan a partir de los resultados”, concluyó la vicedecana.
Sobre el Modelo Educativo
El Dr. César Lambert expuso sobre el Modelo Educativo de la Universidad, documento constituido por un conjunto ordenado de conceptos, premisas y decisiones que orientan la formación de las personas. “A su vez este tipo de textos presentan los principios que dan fundamento a la tarea formativa de la Universidad. Además, la función de este tipo de documento radica en la autorregulación que es propia de una institución de educación superior. Por eso, una primera y esencial coherencia ha de darse entre las opciones de la acción formativa en el nivel de las carreras y el Modelo Educativo institucional. Al respecto, la CNA evalúa justamente si los propósitos de una carrera son coherentes con la misión institucional”, enfatizó el académico.
Lambert agregó que el modelo educativo de la PUCV establece que el aprendizaje es el centro y sentido de los procesos formativos: “ se entiende por aprendizaje el proceso de construcción progresiva del conocimiento, el que se realiza a lo largo de la vida; en tal sentido, el documento hace referencia a niveles progresivos de complejidad conceptual y metodológica – a propósito del mundo actual – el acceso masivo a grandes volúmenes de información. También menciona determinadas habilidades transversales para el siglo XXI que han de fortalecerse en la educación superior, a saber, el pensamiento crítico; creatividad; sensibilidad estética; trabajo en equipo; comunicación oral y escrita; uso de las tecnologías; capacidad de aprender a aprender. He ahí, entre otros aspectos, el fundamento de la integración de pregrado y posgrado”.
Natalia Cabrera Vásquez
Facultad de Filosofía y Educación