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Francisco Costa Yáñez

Mi nombre es:  Francisco Costa Yáñez.

Soy de: Viña del Mar.

Estudié en la Escuela de Derecho PUCV entre los años: 2012 y 2017.

Trabajo en: nuestra Facultad de Derecho, como Coordinador de Gestión, y en la Cámara de Diputados de Chile, como asesor legislativo.

Estudios de posgrado: Diplomado en Derecho Administrativo (2021), Derecho Ambiental (2020) y Derecho Urbanístico y de la Construcción (2019). Todos en nuestra Escuela de Derecho.

1.- El mejor recuerdo que tengo de la Escuela. 

Son tantos que cuesta enumerarlos. El solo día a día de la Escuela ya es un gran recuerdo: los almuerzos y ventanas con amigos, las conversaciones en biblioteca mientras don Pepe o don Juan nos retaban por ruidosos, las clases que más me gustaban, como derecho constitucional y administrativo y, definitivamente, todo lo que uno podía hacer en la Escuela más allá del trayecto “de la sala a la biblioteca y de la biblioteca a la sala”. También hay mil anécdotas en paseos de Escuela, salidas en Viña y Valparaíso, el paseo del ombligo y nuestra fiesta de egreso.

2.- ¿Qué otras actividades o pasatiempos pudiste desarrollar en tu época universitaria?

Hice de todo. Mi premisa siempre fue que a la universidad no podía ir solo a estudiar. Había mucho que hacer y aprender fuera de las aulas. 

Durante mi primer año ingresé como voluntario en la Primera Compañía de Bomberos de Viña del Mar, por lo que cursé toda mi carrera con guardias nocturnas, asistencia a emergencias y otras responsabilidades propias del servicio. Por otro lado, aproveché mi paso por la Escuela para involucrarme en la política universitaria, donde, junto a compañeros de distintas carreras, formamos un centro de estudios y un movimiento político, participando activamente en los grandes debates nacionales y resultando electos para distintos cargos de representación estudiantil. En otro punto, también pude participar en misiones y trabajos apostólicos, además de asistir al Encuentro Mundial de la Juventud con el Papa Francisco en Río de Janeiro.

En lo más institucional, trabajé en el equipo de Difusión de la universidad, con quienes compartí en giras a lo largo del país promocionando nuestra Casa de Estudios. 

En el ámbito académico, fui ayudante del Departamento de Historia de las Instituciones Jurídicas durante varios años y colaboré en el desarrollo de artículos de investigación, monografías y un proyecto Fondecyt. 

Intenté participar en algunos talleres de la Dirección de Deportes, pero esto no pasaba más allá de las temporadas de exámenes, para liberar estrés. Eso sí, alcancé a ganar una medalla en una corrida de aniversario de la Escuela, donde salí tercero. 

3.- ¿Cómo se ha hecho presente el sello PUCV en tu vida personal y/o profesional?

Para mí, haber estudiado Derecho en la Católica de Valparaíso es motivo de orgullo, por la rigurosa formación académica y el acentuado criterio jurídico que la Escuela permite desarrollar. Debo decir que también me ayudó a trabajar la perseverancia, la responsabilidad y la firmeza de espíritu ante las situaciones difíciles. Dicen que los graduados de la Escuela somos “cuero de chancho”, pero yo prefiero decir que somos alumnos integrales, formados con rigor y vocación pública.

Hoy sigo trabajando en nuestra Facultad de Derecho, enfocado en materias del gobierno universitario y asuntos normativos, por lo que el “sello PUCV” está muy presente. A su vez, en la Cámara de Diputados me ha resultado muy útil la formación transversal que entrega nuestra Escuela, pues uno necesita tener nociones de las más variadas ramas del Derecho para, a partir de ahí, ir profundizando en las diversas iniciativas legales que se van trabajando.

Incluso en los Bomberos me ha servido ser abogado: hasta el año pasado fui oficial administrativo de mi Compañía, haciéndome cargo de la dictación de resoluciones, la aplicación de reglamentos y la tramitación de los procedimientos disciplinarios.

4.- ¿Qué le aconsejarías a nuestros alumnos y futuros alumnos de Derecho PUCV?

Que no se les vaya la vida estudiando. Disfruten y aprovechen la vida universitaria. Pásenlo bien. No pierdan la oportunidad de crear grandes amistades con sus compañeros, de conocer a los profesores más allá de la sala de clases y de hacer cosas que escapen de lo meramente curricular. Atrévanse a asumir desafíos, equivóquense y aprovechen de crecer. Sin dudarlo, mi consejo es que, más que aspirar a ser los alumnos con mejores notas, aspiren a ser los que más aprovecharon su breve paso por la universidad.