17.08.2022

Matías Ríos, también conocido por sus cercanos como Mati o Mato, es originario de la ciudad de Rancagua y llegó a Valparaíso a estudiar Ingeniería Civil Bioquímica en la PUCV, donde actualmente está cursando su quinto año. El segundo semestre del 2021 se unió al Voluntariado DIE, lugar donde sigue apoyando a estudiantes de la Incubadora Escolar AlCubo, desde sus conocimientos en ciencia, medio ambiente y tecnología.

¿Qué opinas del Voluntariado PUCV?

Es una bonita instancia para nosotros como alumnos y para que toda la comunidad PUCV pueda aportar desde cualquier área a los emprendimientos. Como universitarios, creo que tenemos mucho que aportar a ellos. Con todo el conocimiento que adquirimos, podemos ayudarles bastante. 

¿Qué opinas sobre justamente eso, que la PUCV tenga un espacio para que los emprendedores puedan potenciarse?

Me parece genial que haya ese espacio y no se vea solamente como un espacio así que solamente los alumnos pueden o los funcionarios también puedan entrar a ese mundo, sino que cualquier persona del exterior interesada en querer aportar o surgir con su idea, tenga esa oportunidad. 

¿Tienes alguna experiencia anterior siendo voluntario?

No. Esta es la primera vez que estoy dentro de un voluntariado. 

¿Qué te llevó a ser voluntario?

Me acuerdo que la primera vez que me picó el bichito fue cuando llegan estos correos de voluntariado y no falta del curso de innovación y emprendimiento social, en donde, creo que aquella vez lo hizo el director de la DIE, Pablo Zamora, quien nos hablaba mucho sobre los programas que hay dentro de la PUCV. Ahí me anduvo picando el bichito del voluntariado y cuando empecé a investigar y cuando vi la oportunidad y me vi con el tiempo dije “ya, voy a intentar, voy a intentarlo” y entré al voluntariado.

¿Cuáles son tus expectativas con este voluntariado?

Primero poder aportar con todos estos conocimientos que tengo para ayudar a los emprendimientos y también poder aprender de ellos porque hay un intercambio de conocimiento recíproco donde ellos aprenden. Además tengo muchas expectativas de aprender de ellos, de los emprendedores. 

¿Cuáles son tus retos personales?

Más que nada ser un profesional más o menos competente en varias áreas. Más que nada ser un aporte y generar, tal vez, un cambio, en las materias de contingencia mundial, por todos los problemas que tenemos hoy en día, más que nada ambientales. Me llaman bastante la atención. 

¿En qué consiste un día típico tuyo?

Bueno, ahora que estoy de vacaciones va a cambiar un poco, pero durante el año. Lo primero es levantarse y cumplir con las tareas universitarias. Hasta el momento era desde las 8 AM, toda la mañana en la universidad, ahí no hay mucho que agregar. Fuera del ámbito universitario, me gusta mucho practicar deporte. Practico voleibol y ahora trato de hacer crossfit. Por ese lado me gusta mucho compatibilizar mis tiempos con el deporte. También dejo un tiempo para leer. Estoy en ese hábito de leer otra vez. Y si alcanza el tiempo, en los días más que nada, poder ir a la playa, también, salir a caminar por esos lados o conocer Valparaíso más que la playa, porque esto de la pandemia me quitó el poder conocer Valparaiso. 

¿Qué es lo que te da motivación cada día?

El querer aprender más. Todos los días se puede aprender algo nuevo. Todos los días son una oportunidad nueva para aprender. 

¿Cómo te gusta ser conocido por tus cercanos y en ambientes laborales?

Como alguien alegre, simpático y siempre con buena disposición, que siempre vean que nunca van a tener una mala respuesta de mí. Que siempre estoy dispuesto a ayudar al otro. 

¿Tienes algunas palabras para las personas que quieran participar de algún voluntariado?

Que si tienen la oportunidad de participar de un voluntariado, aprovechen. Es una bonita instancia para aprender, como para aplicar los conocimientos y ayudar a otros que tal vez les va a servir mucho tus conocimientos o tus enseñanzas. 

Si pudieras cambiar algo del mundo, ¿qué sería?

Cambiaría la desigualdad social en el mundo. Tratar de que todos nos tratemos con respeto, sin que haya esa brecha social entre las personas.