18.10.2021

Desde 2012, la Incubadora Escolar AlCubo, perteneciente a la Dirección de Innovación y emprendimiento (DIE), de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), ha tenido como objetivo incentivar y potenciar proyectos de emprendimientos escolares con impacto social.

En este contexto, durante las últimas semanas en el transcurso de Despega del Aula de AlCubo, se ha desarrollado la etapa de Mentorías Despega, la cual tiene como propósito asignar mentores para cada proyecto incubado, el cual guiará y apoyará a los estudiantes para acelerar el proceso de búsqueda y mejora de sus prototipos.

El encargado de la Incubadora Escolar AlCubo, Juan Pablo Tapia, con respecto al programa y mentores que colaboran en el proceso, explicó: “En el transcurso de Despega del Aula, los estudiantes van encontrando mejores soluciones para sus prototipos, con el cual buscan solucionar el problema identificado anteriormente. Es por esto que las y los mentores son fundamentales, ya que esto permite acortar los tiempos de mejoras, y además son seleccionados pensando como puedan asesorar al equipo desde su expertise, nos apoyan desde la visión del proyecto hasta el cierre del mismo, para que puedan comenzar sus validaciones”. 

Con respecto a las y los mentores que participan en esta instancia de asesoramiento para estudiantes incubados, son principalmente académicos, académicas y profesionales pertenecientes a la PUCV y la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados de la Universidad.

La docente de la Escuela de Ingeniería en Informática, Pamela Hermosilla, ha participado desde 2017 en el programa de Mentorías Despega AlCubo PUCV, con respecto a cómo al rol de los mentores, declaró: “Es ser un tutor y guía para los estudiantes, entregarles algunos conocimientos técnicos, dependiendo del área de aplicación, otorgarles las herramientas para que puedan indagar de manera autónoma y orientarlos en la organización de tareas para lograr cumplir los objetivos planteados en las fechas establecidas. También es importante mencionar que se refuerza la autoestima y la motivación de los estudiantes, el participar en este tipo de instancias les permite crecer de forma personal, grupal y aprender de la experiencia al enfrentarse a desafíos”.

En relación al desarrollo de los proyectos y la formación emprendedora que reciben los estudiantes en esta actividad, la académica PUCV, agregó: “Los estudiantes, son capaces de percibir que es posible convertir una idea en algo tangible, que con esfuerzo y tenacidad pueden ver los resultados de cada paso que se da, así como también el aprender de los errores, los que muchas veces dejan enseñanzas muy significativas para el futuro. El concepto de proyecto se torna algo más cercano para ellos, en todo lo que implica, aprendizajes nuevos, experiencia de desarrollo personal y de trabajo en equipo, además se refuerza positivamente la seguridad y autoconfianza en sus propios potenciales”.