En un escenario global marcado por la urgencia climática, el profesor Pablo Mansilla, académico del Instituto de Geografía, lidera el proyecto Climate Pluriverses, iniciativa que busca repensar los territorios y sus alternativas frente al cambio climático desde una perspectiva decolonial de las geohumanidades. El proyecto, financiado por ANID FONDECYT, reúne a investigadores de diversas disciplinas y universidades nacionales e internacionales, y tiene como sello el trabajo conjunto con comunidades que ya enfrentan los efectos de la crisis ambiental.
“Partimos de la base de que los propios habitantes están generando conocimientos y prácticas transformadoras en los territorios, y muchas veces las instituciones públicas y privadas no las consideran. Son ellos quienes están levantando soluciones innovadoras que promueven la construcción de otros mundos posibles”, destacó el profesor.
La investigación se desarrolla en las cuencas del Aconcagua y del Biobío, articulando el trabajo académico con organizaciones socioambientales y habitantes locales. Allí se han documentado experiencias, como la resistencia frente a proyectos de energía solar que amenazan con aumentar la temperatura en zonas ya afectadas por olas de calor, o la defensa del glaciar Juncal ante iniciativas mineras. “El concepto de pluriverso implica superar las miradas únicas y abrirse a los saberes campesinos, indígenas, de mujeres y arrieros, entre otros, que contienen alternativas poderosas para enfrentar la crisis climática”, explicó.
La trayectoria internacional del profesor Pablo Mansilla, con estudios en Brasil y colaboraciones con investigadores de América Latina, África, Europa y Norteamérica, ha reforzado su convicción de que las respuestas más innovadoras están emergiendo desde el sur global. “Dialogamos con la teoría global, pero creemos que es posible construir pensamiento ambiental situado en América Latina, desde nuestras propias experiencias y autores que hoy están generando claves para enfrentar el Antropoceno”, señaló.
El académico enfatiza también la importancia de generar espacios de encuentro entre la universidad y la ciudadanía. Un ejemplo de ello es la Escuela de Pluriversos Climáticos, que el año pasado reunió en Valparaíso a más de 100 personas, entre investigadores y habitantes de movimientos socioambientales, y que este año se replicará en Concepción con invitados internacionales. “Lo que buscamos es construir esperanza frente a escenarios donde predomina la ecoansiedad. Los pluriversos nos permiten pensar futuros posibles y liberadores, donde la gente se reconozca como protagonista de las transformaciones”, afirmó.
Desde la PUCV, Pablo Mansilla proyecta que esta investigación no solo contribuya al debate académico, sino que incida en la formación de nuevos geógrafos y en el diseño de políticas públicas más justas e inclusivas. Su mensaje es claro, el cambio climático no se enfrenta únicamente con tecnología, sino también con la escucha atenta a quienes, desde sus territorios, han sabido resistir y reinventar la vida en condiciones adversas.
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