31.05.2020
Conversamos con la Dra. Carolina Astudillo, académica del Doctorado en Ciencias Agroalimentarias, en el área de Bioingeniería de Procesos Agroalimentarios, para conocer esta línea de investigación y sus proyecciones.
¿Cuáles son los principales aportes de esta línea?
"En la línea de Bioingeniería de Procesos Agroalimentarios nos ocupamos del procesamiento de los alimentos, de todas las etapas a las cuales debe ser sometida una materia prima para ser convertida en un producto terminado. Estudiamos las tecnologías tradicionales y las tecnologías emergentes. Un ejemplo de tecnología emergente es aplicar ultrasonido, que puede tener muchos propósitos. Uno de ellos es acoplarlo a la tecnología de membranas, que sirve para facilitar la separación de diversos compuestos. También trabajamos en la recuperación de compuestos valiosos ya sea a partir de una materia prima o bien de un descarte de la agroindustria, eso por mencionar algunos ejemplos".
¿Qué proyectos de financiamiento interno o externo se están ejecutando actualmente?
"Actualmente, el FONDECYT Regular 1211551 'Hydrocolloid-based edible coatings as strategy to produce healthier French-fries options', recientemente adjudicado y cuya ejecución comenzó el primero de abril de este año. Es un proyecto multidisciplinario, que estamos trabajando en conjunto con investigadores de la Universidad de Valparaíso y la Universidad Técnica Federico Santa María, además de los profesores Patricio Carvajal y Andrés Córdova de la Escuela de Alimentos. Desde su génesis, el proyecto se estructuró desde varias miradas, invitando a trabajar a los investigadores expertos de universidades de la zona".
¿Cómo se involucra a los estudiantes del programa en esta línea?
"La idea es involucrar a estudiantes de pregrado y de postgrado de las tres universidades. Este semestre, un estudiante de Ingeniería de Alimentos está realizando su trabajo de titulación en el contexto del proyecto. Se ha enfocado en indagar en los mecanismos de acción que tienen los hidrocoloides a la hora de disminuir el índice glicémico de alimentos ricos en almidón. Un ejemplo clásico de este tipo de alimentos son las papas fritas y en ellas nos estamos enfocando principalmente".
¿Cómo se vinculan las investigaciones de esta línea con la resolución de problemas cotidianos?
"En particular, respecto del proyecto que estamos ejecutando, se enfoca en estudiar y desarrollar una formulación para producir papas fritas con características bien especiales: i) tendrán menos grasa, ii) se generarán menos componentes indeseables durante la fritura y iii) nuestra mayor apuesta, es que tendrán un menor índice glicémico. Dicho índice es un parámetro importante que se relaciona con cuánto le exigimos al cuerpo para que pueda digerir apropiadamente un alimento".
"Comerse un paquete grande de papas fritas tradicionales en un corto tiempo, puede significar un aumento excesivo de la glucosa en la sangre y el cuerpo, para contrarrestar ese festival de glucosa, genera una descarga importante de insulina. Si el ciclo se repite una y otra vez, tendrá como consecuencia una sobrecarga del páncreas y podemos terminar con resistencia a la insulina en una primera etapa o peor, diabéticos a mediano o largo plazo".
"Es por esto, que es importante conseguir a través de la ciencia y la tecnología desarrollar alimentos de menor índice glicémico, como una forma de 'engañar' al organismo y comer las papas fritas sin sus nefastas consecuencias. ¿En qué consiste ese engaño? Es adicionar hidrocoloides, que son sustancias de origen vegetal, las cuales nos pueden ayudar para cumplir los tres propósitos antes señalados. Estudiaremos qué hidrocoloides agregar y en qué cantidad para conseguir crear un nuevo alimento con múltiples beneficios para el consumidor en comparación a las que se pueden consumir en la actualidad".
Las postulaciones para este programa estarán abiertas entre el 1 de junio y el 15 de noviembre de 2021. Encuentra toda la información en el siguiente enlace: https://bit.ly/2SUBNQM
Postgrado PUCV