Medir la efectividad del proceso formativo de pregrado, así como también asegurar una mejora continua de los procesos de acreditación nacional e internacional de la oferta formativa, son algunos de los beneficios del nuevo sistema de monitoreo creado por la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en el marco del Proyecto Ingeniería 2030.
El propósito de este proyecto es la profundización del Sistema de Monitoreo y Seguimiento de Competencias (SMSC) a partir del diseño de evidenciar una progresión de competencias de carácter disciplinar y profesional, a través de un trabajo minucioso, dedicado a la elaboración de los niveles de dominio de las competencias, los cuales permitirán definir esta trayectoria de desarrollo y una jerarquización, además de relacionar coherentemente los resultados de aprendizaje en aquellas asignaturas que tributan a dichos niveles de dominio, para el logro del perfil de graduación/titulación en las 19 carreras, con ingresos vigentes, de la Facultad de Ingeniería PUCV.
Según Javier Silva, director del Área de Formación de la Facultad de Ingeniería PUCV, este nuevo sistema posibilitará “contar con herramientas e instrumentos (matrices) para diseñar el currículum intencionado, de manera de monitorear las competencias desde los niveles de dominio hasta los resultados de aprendizaje y los criterios de evaluación, con miras a la mejora continua en el logro del perfil de graduación declarado. A su vez, este proyecto permitirá articular la propuesta curricular en aquellas asignaturas que son transversales a diversas carreras, lo cual propone flexibilidad curricular y movilidad estudiantil”.
“Para la Universidad, de manera indirecta, es una oportunidad profundizar el actual sistema de monitoreo de competencias, con productos curriculares que otorguen evidencia de la progresión formativa, la bajada del modelo educativo y el logro de las competencias declaradas, detectar nudos críticos o barreras, y empujar las renovaciones curriculares tendientes a la mejora”, añade el académico.
De esta manera, según explica, “tanto estudiantes como académicos y académicas podrán mapear la ruta de su proceso formativo a través de las Matrices de Progresión y Concordancia Curricular, con el propósito de establecer medidas de autorregulación que permitan alcanzar las competencias declaradas”.
Finalmente, con este nuevo proyecto se podrá dar cuenta de la formación de ingenieros e ingenieras con competencias que fortalecen su perfil de graduación/titulación, siendo un instrumento cada vez más meticuloso para poder ver el avance y desarrollo de estudiantes, y al mismo tiempo que permite tomar decisiones oportunas basadas en el desempeño de cada estudiante, ayudando a académicos y académicas en el trabajo que realizan en el aula.
Por Vanessa Varas
Facultad de Ingeniería