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Estudiantes líderes de la PUCV participaron en taller “Liderazgo prosocial y gestión de cambios”

En el curso se hizo hincapié en los valores de la Prosocialidad: Dignidad de cualquier persona, Comunicación de calidad y Voluntaria estima por cada persona.

Martes 14 de agosto de 2018

Estudiantes líderes de la PUCV participaron en taller “Liderazgo prosocial y gestión de cambios” - Foto 1
Estudiantes líderes de la PUCV participaron en taller “Liderazgo prosocial y gestión de cambios” - Foto 2

14.08.2018

Alrededor de 30 estudiantes de Ingeniería Civil Industrial, Periodismo, Trabajo Social, Tecnología Médica, entre otras, que han desarrollado proyectos con el apoyo de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE)–Vicerrectoría Académica, participaron de un taller teórico-práctico organizado por el área de Responsabilidad Social Universitaria y Voluntariado de la DAE, y el Laboratorio de Investigación Prosocial Aplicada (LIPA) de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El curso, denominado “Liderazgo Prosocial y Gestión de Cambios”, contó con la presencia de la doctora en Psicología de la Comunicación, Pilar Escotorín, quien inició la jornada con dos trabajos prácticos, donde los estudiantes debían responder las preguntas ¿cuáles son los principales desafíos que deberán resolver los líderes del siglo XXI? Y,  luego, los estudiantes se dividieron en dos grupos para trabajar sobre la interrogante ¿Qué procesos de cambio me gustaría liderar desde mi profesión?

De esta forma, en el taller llegaron al análisis del concepto de la “Prosocialidad” como un tipo de comportamiento vital en cualquier sistema humano, que surge de la psicología como un antónimo de “antisocial”, que estudia y demuestra los factores y beneficios que las acciones de ayuda, solidaridad, del dar y compartir, y cooperación, tienen para todas las personas, grupos y sociedades.

En este sentido, Alejandra Villarroel, estudiante de Ingeniería Civil Industrial destacó que “en nuestra profesión debemos tratar de ser agentes de cambio y conversar cómo enfrentar los problemas de forma efectiva, generar cambios que hagan una sociedad mejor. Pedir auxilio y ser capaz de hablar las cosas, creando redes que nos ayuden a hacer cambios para acercarnos a la prosocialidad”.

Adrián Ulloa, estudiante de Ingeniería Comercial, indicó que para acercar la prosocialidad a cada carrera “en primer lugar debemos problematizar sobre esto, conversarlo con mis compañeros y compañeras, y de ahí en adelante ver el horizonte donde nos vamos a desempeñar, ver el día a día a través de pequeñas acciones y generar redes reuniéndonos con gente que piense similar y así generar proyectos”.

Pilar Escotorín definió la Prosocialidad según la concepción de Roche (1991, 2010): Sistema de pensamiento, relaciones y comportamientos o acciones que, sin la búsqueda de recompensas materiales o externas favorecen: A otras personas o grupos, según el criterio de éstos, o fines sociales, objetivamente positivos aumentando la probabilidad de generar una reciprocidad positiva de calidad y solidaria hacia la unidad, en las relaciones interpersonales o sociales consecuentes salvaguardando la identidad, la autonomía, la creatividad e iniciativa de los individuos o grupos implicados.

“Creo que todos los estudiantes deberían tener conocimiento sobre esta temática y en especial en estos tiempo. Aquí se nos enseñan valores de cooperativismo que tienden a cambiar la estructura organizacional de las empresas, donde se fomenta la competitividad, la especulación o el logro como finalidad”, comentó Adrián Ulloa.

Frente al desafío de la sostenibilidad al que se ven enfrentadas las organizaciones hoy en día, los comportamientos prosociales  fomentan la construcción de tejidos sanos y positivos, y culturas organizacionales basadas en el Buen Trato y la confianza.

El liderazgo prosocial es una respuesta innovadora y de cambio de paradigma, que responde a las actuales circunstancias, desafíos sociales, medioambientales y de responsabilidad social de las organizaciones.

Los líderes prosociales gestionan mejor la incertidumbre, son más flexibles frente a los cambios, trabajan mejor en entornos complejos, son multidisciplinares,  interculturales y gozan de una mejor satisfacción vital.

Por Sharon Bodenstein

Dirección de Asuntos Estudiantiles