Este lunes 21 de abril se comunicó oficialmente el fallecimiento del Papa Francisco, quien pasará a la historia como el primer Pontífice latinoamericano. A nivel internacional, será recordado como un pastor cercano a las personas, con un lenguaje claro y directo, comprometido con los más necesitados, defensor de los migrantes y profundamente preocupado por las injusticias sociales y el impacto ambiental causado por la humanidad.
Francisco fue un líder espiritual que supo interpretar los desafíos del siglo XXI, pronunciándose sobre los conflictos globales, haciendo llamados a la fraternidad y promoviendo una cultura del encuentro.
Al respecto, el Vice Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, fray Cristián Eichin OFM, expresó que “es un momento triste para la Iglesia por la partida de su pastor universal. Hasta el último momento se mantuvo cercano a la gente; lo vimos recientemente impartiendo la bendición Urbi et Orbi. Es un hermoso testimonio de entrega hasta el final. Toda la Iglesia está unida en oración. Nos encontramos en sede vacante: no tenemos Obispo de Roma ni Papa”.
Sobre el proceso de elección del próximo Pontífice, el fray Cristián Eichin explicó que habrá nueve días de velatorio, y 15 días después del fallecimiento se convocará al cónclave. Previamente, se celebrará la Misa Exequial, según el nuevo Ordo para los Pontífices.
“Para la PUCV fue motivo de alegría contar entre sus alumni al Papa Francisco, quien cursó algunas asignaturas en nuestra Casa de Estudios en los años 60. Cuando vino a Chile en 2018, integré la comisión litúrgica de su visita, a cargo de la Sacristía en el Parque O’Higgins. Luego, tuve la oportunidad de compartir con él en Roma, junto a una delegación de la PUCV”, agregó.
Por su parte, la decana de la Facultad Eclesiástica de Teología, Loreto Moya, recordó su encuentro con el Papa en Roma en 2024 junto al rector Vásquez. “Tenía un gran cariño por Valparaíso y por su paso como alumno de nuestra Universidad. Incluso nos habló de sus profesores en sus años como novicio jesuita”, señaló.
Respecto a su legado, la decana subrayó su impacto en distintos niveles: “En primer lugar, marcó profundamente la historia de la Iglesia contemporánea por su cercanía. Fue el primer Papa latinoamericano y ofreció un testimonio elocuente de sencillez, humanidad y un lenguaje accesible. Aunque sus documentos son de gran profundidad teológica, también están pensados para llegar a todos”.
“En segundo lugar, fue un Pontífice que abordó con claridad los grandes temas políticos y sociales de nuestra época. En Fratelli Tutti reflexionó sobre la política, la doctrina social de la Iglesia, la economía, la migración y propuso un camino de paz para el mundo actual. En Laudato Si, trató con rigor científico y espiritual la urgencia de cuidar nuestra Casa Común, mostrando su preocupación por el medioambiente y por hacer oír la voz de la Iglesia en estos temas”, afirmó.
Finalmente, la decana Moya concluyó: “Su pontificado estará marcado por una Iglesia de salida, en constante diálogo, hospitalaria y comprometida con la realidad. Estamos llamados a seguir su legado y a no abandonar esos principios”.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección de Comunicación Estratégica