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Ex Alumno dentro de los 100 jóvenes líderes del país

Óscar Contreras-Villarroel habla sobre la importancia que tiene potenciar el emprendimiento en las universidades.

Jueves 9 de julio de 2015

La revista Sábado de El Mercurio le otorgó a Óscar Contreras-Villarroel, ex alumno del Instituto de Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el reconocimiento como uno de los 100 jóvenes líderes del 2014 por su trabajo en la Fundación Ciencia Joven, institución que fundó antes de culminar sus estudios universitarios con tan solo 21 años.

Admite que su gusto por la ciencia viene desde muy pequeño y recuerda con entusiasmo que una visita al Museo Interactivo Mirador, con seis años, le permitió darse cuenta de cómo la ciencia forma parte de todo lo que hacemos.

Imagen foto_00000002Nacido y criado en Valparaíso, a los 17 años decidió estudiar Licenciatura en Bioquímica en la PUCV. "Luego de analizar las opciones, pude concluir que bioquímica vinculaba mis dos áreas preferidas, como son la química y la biología, y me podría entregar una base sólida en ciencias e investigación, lo que luego me permitiría tomar diversos caminos profesionales", asegura el ex alumno.

A poco andar, sus expectativas fueron tomando forma. A principios de 2011, y luego de realizar una pasantía en el Instituto Antártico Chileno, se dio cuenta de que su pasión por la ciencia no era principalmente la investigación, sino el cómo ésta se vincula con la sociedad en todos los aspectos. En vista de esto, invitó a un grupo de personas, también comprometidas con su idea, a trabajar en el diseño y ejecución del primer campamento científico de la Fundación. "Ya han pasado cuatro años y hemos logrado posicionar a la Institución gracias a nuestro programa de educación científica y al apoyo de nuestros principales socios: Bayer y Google", afirma.

Hoy, a los 24 años, asegura que su trabajo en la Fundación se ha convertido en una etapa fundamental en su vida. Señala que "me ha entregado las oportunidades de desarrollarme profesionalmente en áreas no tradicionales para la ciencia y, ciertamente, ha marcado el camino profesional que sigo. Me ha permitido compartir con grandes científicos, profesionales e instituciones nacionales e internacionales, pero principalmente me ha dado la oportunidad de ser parte de la vida de jóvenes que ven la importancia de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para el desarrollo del país".

Imagen foto_00000001Su día comienza a las 6.30 de la mañana y finaliza siempre pasada la medianoche. Debido a sus funciones, pasa la mitad de su tiempo en Santiago, trabajando con socios, generando nuevas alianzas con empresas o instituciones, y también finalizando un Magíster en Políticas Públicas en la Universidad de Chile, casa de estudios en la que además comenzará a dictar clases en un diplomado dentro de los próximos meses.

La otra mitad del tiempo la pasa en la Región de Valparaíso, donde se encuentra la oficina central de la Fundación, ya que asegura tener un gran cariño por la zona y apunta a que desde regiones se puede llevar a cabo un proyecto nacional. A esto último se suma el hecho de que gran parte de su equipo de trabajo está conformado por egresados y alumnos de la Católica de Valparaíso, no solo por la cercanía que tiene con la Institución, sino también porque "los profesionales que se han formado en ella comparten un gran cariño por la ciudad y tienen un compromiso con su desarrollo", indica Contreras-Villarroel.

Además, la Fundación le exige viajar constantemente a distintas regiones del país y también al extranjero a diversos congresos o reuniones. Recientemente fue a Colombia a la Reunión de la Red POP-UNESCO, y dentro de su agenda están contemplados viajes a Corea, para participar en la Conferencia Mundial de Periodistas Científicos, y a Alemania, específicamente a la Reunión de Premios Nobel en Lindau. "Ciertamente, una agenda muy dinámica que nunca pensé tener recién a cuatro años de haber fundado Ciencia Joven", reconoce.

"LA PUCV ME APORTÓ UNA FORMACIÓN DE ALTA CALIDAD"

¿Qué recuerdos guarda de su paso por la PUCV?

La PUCV fue un gran lugar para desarrollar mis competencias básicas en ciencia. Siendo una institución regional, me aportó una formación de alta calidad con competitividad nacional. De igual forma, sigo creyendo firmemente que es una universidad que debe potenciar el área de emprendimiento en sus estudiantes y posicionar estos elementos en la formación de sus carreras.

¿Qué herramientas de las recibidas son las que más destaca?

Fundamentalmente el ser metódico. Esto va de la mano con ser formado en una escuela de ciencia, donde la rigurosidad es parte central del proceso de investigación.

¿Cómo ve a la PUCV desde el punto de vista de su aporte al desarrollo de la educación en el área de las ciencias?

En los últimos años se ha podido apreciar un gran interés por esta área en la PUCV, debido a la creación del Magíster en Didáctica de las Ciencias Experimentales, el concurso Soluciones para el Futuro junto a Samsung, y diversas iniciativas regionales y nacionales.

¿Qué mensaje le daría a los jóvenes que están pensando dedicarse a las ciencias y aún no están muy seguros?

A todos los jóvenes que han participado en algún programa de Ciencia Joven, sigan sus motivaciones e intereses personales. Pero por sobre todo, recalco que la carrera de pregrado no tiene por qué definir ni encasillar un camino profesional o personal. Existen muchos caminos y cada uno tiene el poder de decidir y, sin duda, el fracaso es parte de ese largo camino.