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Estudiantes y académicas de Arquitectura y Diseño realizaron Travesía en Huinay

Miércoles 17 de diciembre de 2025

Como es tradición en la Escuela de Arquitectura y Diseño, un grupo de 20 estudiantes de segundo año, acompañado por cuatro profesoras arquitectas y diseñadoras, realizó recientemente una nueva Travesía, que en esta oportunidad tuvo como destino la localidad de Huinay, en la Región de Los Lagos.

La académica Úrsula Exss explicó que las Travesías son altamente formativas, ya que se fundamentan en la experiencia directa del encuentro con el territorio, desde una mirada del continente americano que no está sesgada por lo que se puede encontrar únicamente en los libros. “Esta fue una excelente experiencia. El contacto con la Fundación San Ignacio de Huinay permite que los estudiantes comprendan que todo lo que hacen no queda solo en el espacio de las aulas, sino que se conecta con situaciones y problemáticas reales, en este caso vinculadas al cuidado y la conservación del entorno”.

Por su parte, la profesora Francisca Oñate señaló que “en el desarrollo de la obra hay que atender a una tarea colectiva, por lo que, de manera intensiva, cada estudiante y cada profesora pone no solo su atención en la tarea individual que se le encomienda, sino también en cómo esa labor se enlaza con la que realizan otros, cuidando de sostener un ánimo que es colectivo”.

El gerente general de la Fundación Huinay, Gonzalo Salamanca, comentó que "la Travesía realizada en la Estación Científica de Huinay fue un reencuentro muy particular con un territorio ya visitado, donde el paisaje, la reflexión y el trabajo creativo se reunieron de nuevo. Se renovó un diálogo antiguo entre oficio y naturaleza, que resuena todavía en la memoria de muchos. Una experiencia significativa que, espero, deje huella y abra la posibilidad de volver a encontrarnos".

Obra para la comunidad

La académica Sylvia Arriagada entregó en su relato algunos detalles que dan cuenta del desarrollo de la experiencia, la cual, entre el viaje y la estadía, se extendió por diez días. “Nos recibió el biólogo Ulrich Pörschmann, quien al día siguiente nos guio por el sendero que conduce a una pequeña playa aledaña al centro de investigación, lugar en el que se emplazó el aula Apollinaire en 1993”, expresó.

Asimismo, mencionó que “en el bosque y a cierta altura sobre el nivel del mar, en el sendero que une el centro de investigación con un refugio en lo alto, ubicamos la obra que nombramos ‘Paso entre dos aguas’, que es precisamente un lugar entre dos caídas que provienen del glaciar que corona estos cerros”.

Respecto de la obra entregada a la comunidad, destacó que “llevábamos elementos de madera de raulí, consistentes en grabados de imágenes del lugar y una escritura tallada del Primer Poema de Amereida, todo en formato pequeño, además de otros elementos medianos y signos volumétricos sostenidos por verticales, como parte de una obra que buscó vincularse y presentarse en un espacio natural”.

La profesora Úrsula Exss complementó que “en cada nuevo encargo o diseño hay algo donado, que queda ahí, en este caso a disposición de la Fundación, en su tarea de seguir custodiando y preservando este espacio”.

La entrega de la obra se realizó con la presencia de Gonzalo Salamanca, gerente general de la Fundación San Ignacio de Huinay, y Fernando Hernández, en representación de las familias de la localidad.

Sobre la experiencia en Huinay

Para Nicolás Rivera, estudiante de Diseño, las Travesías son parte fundamental de la cultura de la Escuela. “Son la forma de impregnarnos en el oficio. Todo lo que aprendimos durante el año se hace real en esta instancia”, afirmó.

Asimismo, destacó que esta Travesía a Huinay fue distinta a las demás, ya que “es la primera vez que llego a un espacio de investigación, por lo que la cultura es diferente a la de los lugares a los que había ido antes: había multiculturalidad, llegaba gente de varias nacionalidades, y encontré interesante la mirada que tenían del lugar que habitan”.

Por su parte, Martina Henríquez, alumna de Arquitectura, valoró la participación de las personas del lugar. “No solo fuimos nosotros, de manera aislada, quienes hicimos la obra, sino que contamos con mucha colaboración. Fueron muy amables con nosotros y sentimos la acogida de la gente de la Fundación”.

Finalmente, la estudiante Javiera Avendaño, también de Arquitectura, precisó que las Travesías “son una muy buena forma de adaptarse al mundo laboral y conocer de mejor manera a nuestros compañeros y otros talleres”.

Por Juan Pablo Guerra

Dirección de Comunicación Estratégica

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